FALTA DE DEMOCRACIA EN EL AYUNTAMIENTO.

Moralzarzal, 24 de marzo de 2013   LA PLATAFORMA CIUDADANA DE MORALZARZAL SALVEMOS LA DEHESA DENUNCIA FALTA DE DEMOCRACIA EN EL AYUNTAMIENTO.

 

El Ejecutivo del Ayuntamiento de Moralzarzal prohíbe una actividad lúdica y reivindicativa sin dar ningún tipo de explicación ni alternativa, demostrando, una vez más, su falta atención ante las necesidades vecinales.

 

La Plataforma Salvemos la Dehesa como inicio de su Festival en defensa del Monte de Utilidad Pública de Moralzarzal la Dehesa Vieja solicitó a través de una de sus integrantes la realización de una batucada en la Plaza de Moralzarzal.

 

La batucada como actividad festiva, musical, inclusiva y participativa fue comunicada al Ayuntamiento solicitando el permiso adecuado. La contestación por parte del consistorio no fue otra que la denegación del permiso sin ningún tipo de explicación y sin mencionar ninguna norma jurídica a través de la cual pudiese basar dicha prohibición.

 

Hay que recordar que la batucada tendría un recorrido menor de 100 metros y en una hora totalmente diurna, a las 19,45 con lo que no afectaba ni al descanso ni al sueño de los vecinos, tampoco afectaba al tráfico rodado dado que no se solicitó el corte de ninguna calle.

 

Desde la Plataforma Salvemos la Dehesa entienden que la negativa solo se debe a la falta de capacidad del Ayuntamiento para permitir las acciones de vecinos y vecinas que no están conformes con su política de gestión de la Dehesa.

 

El malestar en la Plataforma es mayor al saber que el Ayuntamiento si ha permitido la realización de batucadas cuando son organizadas desde el propio ayuntamiento, aunque las mismas generen un coste al municipio, y la programada desde la Plataforma era a coste 0 € para los ciudadanos, como no podía ser de otra forma. Con esto entienden que no quería prohibir realmente la batucada sino que lo que quería prohibir era la reivindicación vecinal.

 

La Plataforma ciudadana Salvemos la Dehesa invita al ayuntamiento a que recapacite, a que dialogue con las entidades vecinales, a que no se dedique a poner palos en las ruedas de las justas reivindicaciones o que, al menos, demuestre una mínima capacidad democrática hacia los vecinos argumentando y dando explicaciones públicas de sus decisiones.