lunes, 2 de mayo de 2016

Las vacas de Moralzarzal vuelven a pastar en la Dehesa Vieja



COMUNICADO DE PRENSA
3 de mayo de 2016
LA PLATAFORMA CIUDADANA “SALVEMOS LA DEHESA” CELEBRA LA VUELTA DE LAS VACAS A LA DEHESA VIEJA  DE MORALZARZAL


  • El regreso de las vacas a este monte de vocación forestal y ganadera supone un triunfo de la movilización social en defensa del bien común.
  • El anterior equipo municipal, del Partido Popular, intentó durante décadas desafectar este monte de utilidad pública para diversos proyectos urbanísticos, entre ellos la construcción de un campo de golf.
  • La función de la ganadería extensiva es fundamental no sólo para mantener el paisaje del piedemonte de la Sierra de Guadarrama, sino el mismo paisaje de cumbres del Parque Nacional.

    La Plataforma Ciudadana Salvemos La Dehesa de Moralzarzal se felicita por el esperado anuncio de la Asociación de Ganaderos (adjudicatarios de los pastos de la Dehesa) de que las vacas volverán a pastar en la Dehesa Vieja a partir de mañana miércoles 4 de mayo. Este simple gesto se convierte en noticia después de que este monte de utilidad pública haya sido objeto de una polémica que ha durado más de 20 años, debido a los intentos del anterior ejecutivo municipal, del Partido Popular, de desafectar la dehesa para diversos proyectos, el último de ellos un campo de golf.

  • “Mañana se cumplirá un sueño largamente anhelado para los que amamos el paisaje del piedemonte de la Sierra de Guadarrama, un paisaje cultural formado por dehesas de fresnos de uso tradicionalmente ganadero”, ha señalado Gabriel Dorado, uno de los portavoces de la Plataforma Ciudadana. “Gracias a la colaboración entre ecologistas y ganaderos hemos evitado la pérdida de un excelente monte público. Sin nuestra oposición este monte sería ahora un espacio degradado, lleno de viales, y con un ruinoso campo de golf municipal en vísperas de ser privatizado”.

    Tras las
    pasadas elecciones de mayo de 2015, el nuevo equipo municipal aprobó por mayoría desestimar el procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental del proyecto de campo de golf “rústico” en la Dehesa Vieja y desestimar la construcción de un nuevo colegio en una parcela segregada en abril de 2014.

    Para la Plataforma, la defensa de la ganadería extensiva y el paisaje de dehesas de fresnos no es sólo una forma de defender nuestro patrimonio natural y cultural. La función de la ganadería extensiva es fundamental, no sólo para mantener el paisaje del piedemonte de la Sierra de Guadarrama, sino los pastizales de altura en las cumbres del mismo Parque Nacional, ya que algunos ganaderos de Moralzarzal siguen practicando el movimiento de ganado entre las dehesas y prados de este término municipal y las cumbres del Guadarrama, lo que se conoce como transterminancia.

    Sin vacas no hay Parque Nacional. Por eso la vuelta de las vacas a la Dehesa Vieja es un símbolo de la lucha por mantener la ganadería extensiva, uno de los elementos fundamentales para la conservación y mantenimiento del paisaje serrano. Es imprescindible que desde las instituciones se apoye a la ganadería extensiva que son los verdaderos jardineros de estos paisajes” ha declarado Miguel Ángel Llanos, también portavoz de la Plataforma.

    La plataforma Salvemos la Dehesa se constituyó en el mes de julio de 2012 con el objetivo de frenar los proyectos que pretendían descatalogar este monte de utilidad pública para diversos proyectos urbanísticos. Una vez alejadas algunas de estas amenazadas, desde la Plataforma hemos estamos demandando su restauración y la solución a varios problemas detectados, el fin de los vertidos procedentes de la red de alcantarillado, la retirada de escombros, la mejora del vallado perimetral, la vuelta al trasmochado de los fresnos al modo tradicional y el arrendamiento de los pastos a los ganaderos, los históricos usuarios de este monte.

     

    Hoy celebramos la recuperación de la vocación ganadera de la Dehesa Vieja, pero la lucha no termina aquí, es necesaria la mejora y restauración de sus valores ambientales para revertir algunos problemas provocados por el anterior equipo de gobierno” ha declarado Dorado.

    La Dehesa Vieja de Moralzarzal es una dehesa de fresnos y robles que se gestionó de manera comunal hasta comienzos el siglo XIX. Por su importante función económica y social fue excluida de la Desamortización General de Madoz en 1862. En 1901 entró a formar parte del Catálogo de Montes de Utilidad Pública. Su función ecológica y económica es fundamental para el mantenimiento de la ganadería en el municipio, donde esta actividad cuenta con más de 15 explotaciones ganaderas en régimen extensivo.


miércoles, 24 de febrero de 2016

LA PRÁCTICA DEL ENDURO PONE EN RIESGO EL MONTE MATARRUBIA, INCLUIDO EN RED NATURA 2000


NOTA DE PRENSA 
Moralzarzal, 24 de febrero de 2016

LA PLATAFORMA SALVEMOS LA DEHESA DENUNCIA EL GRAVE IMPACTO AMBIENTAL PROVOCADO POR LAS MOTOS Y BICICLETAS DE MONTAÑA EN EL CERRO DEL TELÉGRAFO, EN MORALZARZAL


El gobierno del Ayuntamiento de Moralzarzal continua la política del ejecutivo anterior de promocionar pruebas deportivas en un espacio protegido incluido en la Red Natura 2000

La Plataforma Ciudadana Salvemos La Dehesa de Moralzarzal denuncia públicamente el estado ambiental del Monte Matarrubia (Monte de Utilidad Pública y Lugar de Interés Comunitario ES3110004 “Cuenca del río Manzanares”, de la Red Natura 2000). Además de sufrir actualmente un grave ataque de procesionaria, este espacio es visitado a diario y, especialmente los fines de semana, por cientos de practicantes de BTT (bicicleta de montaña) y motocross, incumpliendo la legislación vigente que prohíbe y/o regula esta actividad en los espacios forestales.

El impacto ambiental de esta modalidad deportiva ha sido documentado por miembros de la plataforma, y se manifiesta en forma de innumerables rodadas y trialeras producto de las bajadas constantes de estas motos y bicicletas de montaña fuera de los caminos y pistas forestales. Durante episodios de alta precipitación, estas rodadas son usadas como red de drenaje para evacuar rápidamente el agua de lluvia, evitando su infiltración en el suelo. La acción del agua sobre el terreno en pendiente genera cárcavas que se van agrandando con el paso de motos y bicis. De esta manera, se está produciendo una destrucción de la morfología de la ladera, formada por terrazas producto de la repoblación forestal en los años 70 y 80, y destinadas a la retención del agua de lluvia. El resultado final es una continua pérdida de suelo fértil, daño al arbolado debido al afloramiento de las raíces de numerosos árboles, la compactación del suelo y la pérdida de la capacidad de retención del agua por parte del ecosistema. Es decir, las funciones ecosistémicas de este espacio forestal se ven mermadas, a pesar de ser un espacio protegido a nivel nacional y europeo.

El estado de degradación del monte Matarrubia exige la acción conjunta de las administraciones públicas, tanto de la Comunidad de Madrid como del Ayuntamiento de Moralzarzal, para ordenar esta actividad, restaurar los valores dañados y perseguir a aquellos que no respetan la ley” ha declarado Miguel Ángel Llanos, portavoz de la plataforma.

El próximo domingo 28 de febrero hay programada una prueba de Enduro en el monte Matarrubia, con la autorización de la Comunidad de Madrid. Esta actividad deportiva, que también supone una agresión al monte, no es sin embargo el hecho más grave, que es la práctica continua y sin control que se practica durante todo el año eNOTA DE PRENSA n dicho monte.

"El caos en el que desenvuelve esta actividad deportiva está generando conflictos con otros aprovechamientos, como la ganadería, la caza o la recolección de setas, además del riesgo físico y la inseguridad que genera para senderistas o corredores", afirman desde la plataforma. "Uno de los argumentos para justificar esta actividad ilegal son los posibles beneficios generados al pueblo. Sin embargo, no existe constancia de tales beneficios, puesto que los practicantes en su mayor parte ni tan siquiera realizan gasto económico alguno en el municipio".

La Resolución del 27/07/1989 en la que se regula la circulación de bicicletas y las prácticas deportivas en los montes administrados por la Comunidad de Madrid (1), establece en su el Artículo 1 que la circulación de bicicletas por pistas y caminos a bicicletas y motos "se limitará a las vías de tránsito autorizadas y a las rutas, pistas y áreas específicamente acondicionadas o que se acondicionen para ello mediante la correspondiente señalización". Pero en el monte Matarrubia no existe ninguna vía acondicionada ni señalizada que permita esta actividad. En su Artículo 3, donde se regula las pruebas deportivas mediante solicitud de autorización a la CAM, se especifica que será necesaria la autorización de la CAM “cuando la práctica se realice fuera de las áreas permitidas”. Pero en el Monte Matarrubia no hay ninguna área permitida ni señalizada para esta práctica. Las pruebas deportivas, por tanto, no podrían realizarse.

Pese a ser una actividad regulada desde la Comunidad de Madrid, el Cerro del Telégrafo se ha constituido en un espacio emblemático para los practicantes de estas disciplinas donde la norma es el incumplimiento de la legislación vigente por parte de no pocos aficionados a la bicicleta de montaña y las motos, obliga a las administraciones públicas a tomar medidas urgentes. La autorización de pruebas deportivas en este contexto de caos y degradación ambiental, con la participación del Ayuntamiento de Moralzarzal, están generando un efecto llamada que agrava la situación.

Desde la plataforma ciudadana Salvemos La Dehesa pensábamos que las agresiones a los montes de utilidad pública de nuestro municipio eran ya cosa del pasado” ha declarado el portavoz de la plataforma. “Lo que no podíamos imaginar es que desde el actual equipo se esté repitiendo el mismo error de promocionar una actividad, el Enduro, que está siendo uno de los responsables de la degradación del monte.

El Cerro del Telégrafo, o Cabeza Mediana, está formado por varios montes propiedad de los ayuntamientos de Moralzarzal, Becerril de la Sierra, Collado Mediano, Alpedrete y Collado Villalba. Por su función económica y social, fueron excluidos de la Desamortización General de Madoz en 1862, entrando a formar parte del Catálogo de Montes de Utilidad Pública en 1901. Su cubierta vegetal, diversas especies de coníferas, es producto de las repoblaciones forestales realizadas durante todo el siglo XX. Por sus valores ambientales, están integrados en el Lugar de Interés Comunitario ES3110004 “Cuenca del río Manzanares”, formando parte de la Red Natura 2000.

(1) Resolución de 27 de julio de 1989, de la Agencia de Medio Ambiente, por la que se regula la circulación y prácticas deportivas, con bicicletas y velocípedos en general, en los montes administrados por la Comunidad de Madrid.
http://www.madrid.org/wleg/servlet/Servidor?opcion=VerHtml&nmnorma=1507&cdestado=P


miércoles, 6 de enero de 2016

¿Qué hacer con el ataque de procesionaria al pinar del monte Matarrubia

Los pinares del Cerro del Telégrafo, también conocido como Cerro Redondo, Monterredondo o Cabeza Mediana, están afectados de manera severa por un ataque de procesionara del pino (Thaumetopoea pityocampa), una "plaga" común en las coníferas de ambientes mediterráneos.

Masas de pino afectadas por la procesionaria en el monte Ladera de Matarrubia (Moralzarzal)
Dicho cerro, Cabeza Mediana, lo comparten varios municipios, siendo Moralzarzal el propietario de la mayor extensión. Y es el monte de utilidad pública conocido como “Matarrubia” ("Ladera de Matarrubia" es el nombre del Coto de Caza), propiedad de nuestro ayuntamiento, el monte más afectado por este ataque.

El pinar que cubre el monte es producto de la repoblación. Su vegetación natural estaría formada por encinares (Quercus ilex) con enebros (Juniperus oxycedrus) en las solanas (orientación sur) y roquedos; y de rebollares (Quercus pyrenaica) y algún fresno (Fraxinus angustifolia) en las zonas orientadas al sur, mirando a la sierra de Guadarrama.

Pero una historia llena de guerras, extracción de leñas, carboneo, fuego y excesiva presión ganadera había dejado el monte sin vegetación hace ya varios siglos. El monte Matarrubia era denominado “El Ejido”, un monte comunal que se salvó de la desamortización de Madoz en 1855 y entró a formar parte del catálogo de montes de utilidad pública en 1901. En esos años era un monte “pelao”, y todavía lo seguiría siendo en buena parte tras la guerra civil española.
Detalle de la fotografía aérea del vuelo de 1956. El monte, salvo algunas zonas, aparece sin ninguna vegetación. Si se observan, los primeros cortafuegos.
La restauración de la cubierta vegetal de este monte ha sido una tarea titánica. Los primeros trabajos de repoblación de los que tenemos constancia se produjeron durante el otoño-invierno de 1908-1909 y se sucedieron hasta los años 80. Entre medias, una guerra civil y numerosos incendios.

Superficie repoblada en montes públicos de Cabeza Mediana a cargo del Patrimonio Forestal del Estado y el ICONA (hectáreas)
Monte
Término
1942-54
1955-59
1960-64
1965-69
1979-74
1975-79
Monterredondo
Collado Mediano
120
0
0
76
0
0
Matarrubia
Moralzarzal
142
0
218
223
52
135
Cabeza Mediana
Becerril
23
0
0
40
0
0
Fuente: Manuel Valdés, C.M. (1996). Tierras y montes públicos en la sierra de Madrid (sectores central y meridional). Serie Estudios. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Secretaría General Técnica.

Las especies utilizadas han sido fundamentalmente coníferas: Pinus pinaster (pino resinero, gallego o rodeno) en zonas más bajas y de solana; Pinus nigra (pino salgareño, pino laricio o pino negral) en zonas medias y umbrías; y Pinus sylvestris (pino silvestre, pino de Valsaín, pino Soria, pino rojo) en zonas altas. También se ha utilizado, en todo el monte, Cupressus arizonica (arizónicas), e incluso hubo intentos en la primera década del siglo XX de repoblar con encina y alcornoque, a través de siembras en grandes extensiones con bellota de encina y alcornoque en Monterredondo, pero con escaso éxito.
Foto aérea de 2014 donde se observa el estado del pinar en el Cerro del Telégrafo.
Todo este trabajo, más de cien años de trabajos de recuperación de la cubierta vegetal, ¿se ven ahora comprometidos por un ataque severo de procesionaria?
En un artículo excelente publicado en la revista naturalista Quercus, que reproducimos aquí parcialmente se explica muy bien de que se trata esta plaga y porqué ocurren estos episodios tan severos. Dicen en su artículo:

Empecemos explicando que la procesionaria es un lepidóptero cuya larva se alimenta de las acículas de varias especies de pino, tanto autóctonas como foráneas. Sus principales particularidades son que el ciclo larvario tiene lugar durante el invierno, que las larvas se agrupan en bolsas comunales y que en los últimos estadíos de desarrollo son urticantes"

Para entendernos, hay cuatro fases: mariposa, huevo, gusano y crisálida. En verano la mariposa copula y pone los huevos. En otoño salen las larvas que comen las hojas de los pinos y se refugian en bolsas. Después las orugas bajan de los árboles y en fila van buscando un lugar donde enterrarse. Se transforman en crisálidas en el subsuelo y nace la mariposa, repitiéndose el ciclo. Para entender el ciclo biológico de esta plaga, aquí van un par de infografías:
Ciclo biológico de la procesionaria del pino.

Ciclo biológico de la procesionaria del pino

"Las poblaciones de procesionaria muestran variaciones numéricas muy importantes, pudiendo pasar en apenas dos temporadas de prácticamente ausentes a provocar defoliaciones masivas. En algunas regiones, especialmente en aquellas más naturales o de colonización muy antigua, se ha comprobado una dinámica cíclica bastante regular, aunque no en otras. Es importante aclarar que, aunque sus defoliaciones son muy espectaculares, raramente conllevan la muerte de los pinos, que usualmente se recuperan bien

Los autores lo tienen claro: “¿Qué debe hacerse con la procesionaria del pino, si es que debe hacerse algo? En general, y salvo en aquellos sitios donde represente una amenaza clara y directa a la salud humana, no deben efectuarse tratamientos. Nuestro razonamiento para esa afirmación parte de la base de que la procesionaria no es una plaga, sino un componente más del sistema.

La procesionaria no causa daños permanentes al pinar: puede matar a un pino débil o debilitar a algún otro, que podrá entonces morir por sequía o por otra plaga. Pero como norma general sus efectos son escasos –aunque espectaculares– y de corto plazo.

En Moralzarzal, nos tememos, no podemos ser tan optimistas. ¿La razón? Una de las especies plantadas, el pino laricio (Pinus nigra), es propio de zonas calizas, está fuera de sitio ("fuera de estación" dicen los expertos). Y es, además, la especie que más está sufriendo la plaga. Las decisiones tomadas en su momento, hace ya muchas décadas, de utilizar esta especie, han pasado factura finalmente. Además, el cambio climático está haciendo más virulento estos ataques de procesionaria. El año pasado, 2015, ha sido uno de los más cálidos desde que se tienen registros, con un mes de julio de récord que consistió en una ola de calor que duró 30 días.

Así que hay que asumir que la mortalidad, en el caso de esta especie, será elevada.

El fenómeno de estos ataques muy severos es muy conocido en el ámbito forestal mediterráneo. A continuación un vídeo sobre un monte en la comarca del Bèrgueda (provincia de Barcelona), afectado el pasado año por este insecto.


Y recientemente la prensa se ha hecho eco de que la procesionaria está siendo un problema de índole nacional, debido al invierno atípico que tenemos:

El cálido invierno infecta los montes de procesionaria:
http://www.diarioinformacion.com/alicante/2016/01/10/calido-invierno-infecta-montes-procesionaria/1714760.html


"La poblaciones de todos los seres vivos en general, y las de los lepidópteros defoliadores como la procesionaria en particular, pueden mostrar importantes variaciones temporales en su tamaño poblacional, sin que esto suponga que “se ha roto el equilibrio biológico”.

Los expertos señalan que donde las condiciones no son tan naturales, como ocurre en muchas repoblaciones de pinar que son poco diversas y estructuralmente homogéneas (como es el caso que nos ocupa), la procesionaria no es el problema sino un síntoma del verdadero problema, que es la escasa naturalidad de dicho tipo de formaciones arbóreas. 

Por lo tanto, "más que atacar al síntoma, hay que remediar la condición del pinar con las adecuadas labores selvícolas, llevándolo a la situación en la que la procesionaria pase a formar parte del sistema".
Mientras que la procesionaria ataca a los pinos (parte superior de la fotografía), las encinas y enebros (parte inferior) no se ven afectados.
Dicho esto, conviene recordar que el monte Matarrubia tiene un Plan de Ordenación que fue elaborado y aprobado por la CAM hará 2-3 años y que incluye actuaciones selvícolas. Y la reducción del número de pies de pinos, producto de las repoblaciones de los años 60-70, debe ser una actuación urgente en los próximos años, empezando por este año 2016.

Además de la urgencia con la que hay que tratar este problema, sobre todo de cara a las procesiones de orugas que se formarán en los meses venideros (febrero-marzo), habría que recordar a la CAM que todos los años reservara una partida presupuestaría para el tratamiento de esta masa forestal. Y tener una copia de dicho plan en el ayuntamiento estaría muy bien, por cierto.

El artículo señala que las fumigaciones son objeto de una gran polémica, en especial por el uso de algunos plaguicidas tóxicos no selectivos. Es el caso del plaguicida conocido como DIFLUBENZURÓN (principal componente activo del insecticida conocido como DIMILlN, legal pero muy tóxico para todo tipo de insectos (incluidos abejas). Aquí una breve selección de la polémica generada por estos tratamientos:

http://ccaa.elpais.com/ccaa/2014/10/23/madrid/1414071992_949734.html
http://www.elmundo.es/baleares/2014/11/10/54608181e2704ec23e8b4574.html
http://www.diariodemallorca.es/mallorca/2008/09/01/diflubenzuron-insecticida-polemico/388792.html

Y para los que no frecuentan el monte Matarrubia, algunos colmeneros de Moralzarzal tienen colmenas en fincas enclavadas de este monte.

Volviendo al artículo citado al principio de esta entrada, los autores afirman que “La procesionaria puede producir serios problemas de salud a las personas y animales que entran en contacto con ella. Por lo tanto, las labores de control en zonas de alto riesgo (jardines, caminos, explotaciones de piñón o madera), con los productos autorizados y en los términos que la ley permite, están fuera de discusión. Lo que hay que plantearse es si deben controlarse, y con qué objeto, las poblaciones de procesionaria en las zonas forestales, naturales o repobladas, en las que el riesgo para la ciudadanía es muy bajo. Esta cuestión es bastante importante porque es precisamente en estas grandes masas forestales donde efectuar los polémicos tratamientos desde el aire podrían tener algún sentido. En zonas humanizadas los tratamientos deben necesariamente ser mucho más precisos y dirigidos, de manera que el uso de medios aéreos es obviamente menos útil”.

El tratamiento alternativo, menos nocivo, es la toxina Bt, la abreviatura de Bacillus thuringiensis, una bacteria que existe naturalmente en el suelo, y que es fatal para las larvas de un amplio espectro de insectos que incluye mariposas, polillas, gorgojos y escarabajos. La toxina del Bt se activa solamente en el tracto digestivo de algunos insectos en su estado larvario y no tiene efectos perjudiciales sobre otras especies. La vida biológicamente activa del Bt es corta y si no es ingerido por una larva, en el plazo de pocos días se vuelve inefectiva. La toxina es por tanto inocua para todos salvo las larvas objetivo y a diferencia de muchos otros plaguicidas químicos y biológicos no daña directamente a las orugas e insectos carnívoros que normalmente controlan las poblaciones de larvas fitófagas.

Volvamos al artículo en cuestión: “Nos gustaría acabar con una reflexión dirigida mayoritariamente a la ciudadanía. Es una parte de ella la que, a la vista de los pinares defoliados por la procesionaria y pensando –mal informada– que el bosque está en peligro, exige actuaciones. Cuando la administración responde como ha hecho hasta ahora, aplicando tratamientos aéreos con productos químicos autorizados, es otra parte de la ciudadanía la que clama contra este tipo de tratamientos. Ante opiniones opuestas a las que dar respuesta, difícilmente se puede contentar a todos. Por eso es básico que científicos, gestores y técnicos vayan de la mano. Un científico no tiene por qué saber si es viable aplicar un tratamiento u otro a un pinar. Un gestor o un técnico no tiene por qué saber si un incremento poblacional de la procesionaria en un pinar es o no parte de su dinámica natural. Pero si el incremento poblacional provoca una actuación, científico y gestor o técnico estarán dando mensajes opuestos a la ciudadanía y esto es lo que a todas luces hay que evitar”.

Fuentes utilizadas para este post:


- José A. Hódar, Jorge M. Lobo y Anna Traveset. ¿Qué hacer (si es que hay que hacer algo) con la procesionaria?. Quercus 346. Diciembre de 2014. Se puede descargar en http://www.redmontanas.org/images/blog/pdf/Quercus346_88-90.pdf

- Manuel Valdés, C.M. (1996). Tierras y montes públicos en la sierra de Madrid (sectores central y meridional). Serie Estudios. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Secretaría General Técnica.
- El cálido invierno infecta los montes de procesionaria: http://www.diarioinformacion.com/alicante/2016/01/10/calido-invierno-infecta-montes-procesionaria/1714760.html