Tradicional Poda de la Fresneda en Manzanares.

Tradicional Poda de la Fresneda en Manzanares.

En la dehesa hermana de Manzanares se realiza la tradicional poda de la fresneda. Nosotros desde Moral seguimos insistiendo que nuestro Ayuntamiento tiene mucho que aprender de conservación de nuestros montes.

http://www.sierramadrid.es/noticias/10288/La-tradicional-poda-de-la-fresneda-en-Manzanares-el-Real/

	Sábado, 10 de Agosto de 2013     6-08-2013 MANZANARES EL REAL La tradicional poda de la fresneda en Manzanares el Real El director general de Medio Ambiente visita los trabajos de trasmocho de esta fresneda ubicada en la zona periférica de protección del Parque Nacional El director general de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, Ricardo Riquelme, visitó hoy los trabajos de poda o trasmocho de una fresneda ubicada en un monte de utilidad pública de Manzanares el Real por parte de un grupo de vecinos. Se trata de una técnica tradicional que contribuye a la mejora de la calidad de los pastos y de la salud de los propios fresnos y que permite mantener el paisaje tradicional. Además, reporta forraje para el ganado y madera para múltiples usos y constituye una herramienta auxiliar para reducir el riesgo de incendios. La superficie de fresnedas en la Comunidad de Madrid es de 11.870 hectáreas, de las que 7.673 se encuentran en propiedades de pequeña o mediana superficie. “Por esta razón, entendemos que puede ser una oportunidad de negocio para nuevos emprendedores que quieran explotar de manera conjunta varios de estos espacios, hoy muy atomizados y de difícil gestión para un propietario particular”, manifestó Riquelme. En este sentido, la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio ha elaborado unas recomendaciones técnicas que va a poner a disposición de todos aquellos solicitantes de los tratamientos, de forma que puedan ejecutarlos correctamente. “Allí donde se estén aprovechando de una manera sostenible los recursos forestales, se generará empleo y desarrollo rural. El aprovechamiento de maderas y leñas con un destino energético provoca además que se dejen de utilizar combustibles fósiles, mucho más contaminantes. La Comunidad de Madrid, fomentando este tipo de aprovechamiento, valoriza los recursos de sus montes, permitiendo una gestión sostenible en su faceta ambiental y en la económica”, señaló Riquelme. Técnica tradicional El trasmocho consiste en la eliminación completa de todos los componentes de la copa del fresno, dejando exclusivamente el tronco y su eje de prolongación limpio de toda formación y elemento verde. Permite alargar la vida de los ejemplares trasmochados y aumentar la biodiversidad, además de obtener forraje y leña. Las ramas se cortan al final del verano llenas de hojas y se dan directamente al ganado cuando comienza a escasear el paso o se secan y almacenan hasta el invierno. En cambio, el trasmocho para madera se realiza en invierno y con hacha, en detrimento de la motosierra. “La técnica tradicional del trasmocho en grandes árboles –explicó el director general- se intenta mantener como bien cultural porque contribuye de manera decisiva a la conservación del paisaje tradicional y a la mejora de la ganadería”. El trasmocho se realiza en altura, de forma que los nuevos brotes no sean accesibles para el ganado. El fresno, por su necesidad de humedad, ocupa suelos capaces de producir excelentes pastizales, y podándolo en altura se hace posible compaginar la utilización de su madera con el aprovechamiento de los pastos por parte del ganado, que no alcanza así a dañar los brotes, de gran valor forrajero para la alimentación de los animales. La cultura de los árboles trasmochos ha servido para la conservación de miles de árboles, que si de forma natural llegan a vivir 200 años, gracias a su poda pueden alcanzar los 700. El desmoche permite respetar y mantener a numerosos árboles de gran tamaño de tronco durante siglos y que simultáneamente suministren recursos diversos. Además, el árbol trasmocho permite la entrada del ganado desde el momento de su explotación, ya que los brotes permanecen a una altura a la que no pueden ser destruidos. De esta manera, se conserva el arbolado mientras se permite el pastoreo. Debido a su capacidad para florecer y fructificar en mayor abundancia, atrae a más fauna, lo que se traduce en una optimización ecológica al ser capaz de mantener una elevada biodiversidad.

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